jueves, 1 de marzo de 2012

PASTOR ALEMAN Y PEQUINÉS

PASTOR ALEMÁN 
Es equilibrado, seguro y confiable. 
El pastor alemán es un perro fácil de entrenar se adapta muy bien a cualquier técnica de adiestramiento. Sin embargo, alcanza todo su potencial cuando se lo entrena aprovechando el reforzamiento positivo. 
Aún cuando esta raza se adapta bien a diferentes técnicas de adiestramiento canino, es recomendable priorizar el adiestramiento en positivo. 
El pastor alemán es propenso a algunas enfermedades hereditarias como displasia de cadera, displasia de codo, problemas digestivos, epilepsia crónico, queratitis (inflamación de la córnea) y enanismo. 
Se puede adaptar a vivir en un departamento, pero necesita mucho ejercicio y paseos largos. Este perro es un trotador y necesita ejercitar sus músculos al aire libre. 

PEQUINÉS 
Es independiente, testarudo, de muy mal genio. 
Tiene gustos muy claros y definidos que si el amo no los cumple, no duda en hacer saber su descontento. No le gusta ser excesivamente manoseados y los tratos con niños son muy complejos. 
Otra clave de esta raza es que, si no los acostumbran desde una muy temprana edad, jamás dejarán que les pongan collares ni cadenas, no los soportan porque no aceptan sentir limitados sus movimientos ni su libertad. 
En plenas demostraciones afectuosas de ellos hacia sus amos más próximos, son capaces de tener ataques de furia, donde morderán y gruñirán. 
Aman ser el centro de atención, pidiendo ser integrados en todas las actividades familiares, desde un paseo hasta en las comidas, siendo muy común entre los propietarios de estos perritos, que estos hagan que se sienten a la mesa. 
No dudan en atacar de inmediato a un perro de varias veces su tamaño, y no con gritos y ladridos, sino corriendo derechos contra el enemigo y atacando con sus garras y colmillos. 
Aman la comodidad del hogar.




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